Como las APIs pueden ofrecer nuevas posibilidades para la integración de medios de pagos alternativos en Latinoamérica

Sin duda el confinamiento que se vivió a raíz de la pandemia por COVID-19 aceleró la digitalización de los pagos, sin embargo, también dejó expuesto la complejidad y la fragmentación en los medios ya existentes y las dificultades a la hora de integrarlos en una solución única.  

La pandemia puso de manifiesto las desventajas del papel moneda y obligó a millones de empresas y consumidores a recurrir a las alternativas de pago disponibles. Por ejemplo, las transacciones de comercio electrónico se han disparado en todo Latinoamérica durante el último año, y fueron muchos los latinoamericanos que recurrieron por primera vez a esta modalidad más allá de un clima de recesión que ha reducido el tamaño global de la economía en la región.  

La gran cantidad de opciones tecnológicas, que a su vez varían según el país, hacen visible un mercado totalmente fragmentado, con tecnologías totalmente dispersas, con avances distintos que necesitan integrar los medios de pagos de forma estandarizada y es ahí donde aparece el gran reto. 

Para las empresas, el desafío es poder lanzar un servicio financiero integral, en un tiempo pertinente para el mercado. Pero esto es algo difícil, ya que es necesario atender aspectos regulatorios, culturales y tecnológicos, entre otros.

Algunos aspectos regulatorios mencionan como obligatorio el open banking o banca abierta que, a grandes rasgos, consiste en el intercambio de datos bancarios entre empresas (con aval del usuario) para crear mejores servicios para utilizar el dinero. Es, según especialistas en la materia, un nuevo paradigma en relación a la información que le puede permitir a las entidades -tanto las tradicionales como fintech- contar con la posibilidad de ofrecer productos acordes a cada cliente de manera más ágil y segura

Es aquí donde las APIs (Interfaz de Programación de Aplicaciones), a través de las cuales se comparten los datos entre dos sistemas de organizaciones diferentes, cobran un rol esencial. 

Es una manera de exponer de forma estandarizada, a cualquier comercio, un método que permita acceder a todos los medios a través de una única integración. Es algo con mucha demanda y donde las empresas están teniendo un rol fundamental.  

De todas formas, hay tantos sistemas que aunque el estándar se regule, y sea el mismo para todos, cada fintech o cada entidad que quiera conectarse para obtener esos datos, tendrá alguna implementación que hacer.

Muchos ven este cambio como un nuevo corte de innovación que va a existir en los servicios financieros ya que cambiará todo un mundo a esta nueva realidad que es conectarse a través de las APIs

Si bien es cierto que los bancos tendrán que exponer datos, también ellos podrán acceder a otros, si les dan consentimiento.  El banco conoce al cliente por lo que hace con sus productos, pero el usuario puede tener un producto en otro banco y tener un perfil diferente. Es una oportunidad para conocerlo mejor y hacer ofertas dirigidas.

“Creo que compartir datos no te pone en desventaja, lo que te pone en desventaja es no saber que hacer son ellos”, disparó Cesar Espinoza Rommyngth, vicepresidente, Pagos en Tiempo Real y Open Banking, Mastercard, al ser consultado sobre las consecuencias para una entidad tradicional al compartir este tipo de activos.

Por su parte, Alex, Torriglia, CEO, Xcoop, fue más allá y llamó a ampliar el concepto desde open banking, hacia openfinance. “Hay que buscar un modelo 100% colaborativo, desde los bancos hacia las fintech y al mismo tiempo, desde las fintech hacia los bancos”.

Así apostó por un modelo colaborativo, totalmente recíproco y mencionó a los códigos QR como un ejemplo de una iniciativa impulsada desde el sector fintech, que trajo beneficios a toda la industria financiera. 

Lo que nos quieren transmitir es que al fin y al cabo se trata de integrar los ecosistemas y es ahí donde las APIs van a permitir que diferentes soluciones tecnológicas puedan estar en una sola plataforma. 

Es una gran oportunidad para los bancos de acceder a públicos a los que no tienen llegada. 

La banca tiene un serio problema. No sólo hay nichos a los que no llegan, sino que también, en aquellos nichos muy bancarizados, son las fintech las que están imponiendo el nivel de evolución. Hay muchos bancos que si tuvieran la apertura necesaria, podrían generar nuevas líneas de ingresos.

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